El desarrollo económico se puede definir como la capacidad
que tienen los países o regiones de producir y obtener riqueza. El desarrollo
está ligado al sustento y la expansión económica de modo tal que garantice el
bienestar, se mantenga la prosperidad y satisfaga las necesidades personales o
sociales de las personas.
El desarrollo económico surge con el advenimiento del modo
de producción capitalista, que implica un aumento en las tasas de ganancia que
permiten la acumulación del capital. Estos saltos de acumulación cuantitativa
son causados por varios factores que se pueden combinar: la reducción de costos,
incorporación de técnicas o maquinas más productivas, sobre explotación de las
fuerzas de trabajo, entre otros.